Fobia Escolar. En muchos hogares el mero hecho de tener que ir

Fobia Escolar. En muchos hogares el mero hecho de tener que ir a la escuela se convierte en una lucha diaria con nuestros hijos. Son numerosos los días en los cuales no se quiere levantar o finge estar enfermo, llegando el caso y si las tretas no le son suficientes, a no querer ir simplemente al colegio.

Todos estos niños han desarrollado lo que llamamos “Fobia Escolar”, es decir, cuando nuestros hijos sin causa aparente, expresan comportamientos de rechazos a su asistencia al colegio, llegando en los casos más extremos a desarrollar un fuerte miedo mal colegio. Las emociones van desde la ansiedad de la separación de la madre, familia, etc., al temor al bullicio, al mundo exterior, a enfrentarse solos, al resto de personas y situaciones

Este comportamiento de nuestros hijos nos lleva a la dicotomía entre la verdad y el fingimiento de la enfermedad y si optamos por que tienen que ir al colegio, nos queda siempre la duda de si estamos obrando correctamente.

ORIENTACIONES SOBRE LOS NIÑOS QUE NO QUIEREN IR AL COLEGIO.

Vamos a enumerar un a serie de pautas que nos pueden orientar a tomar la decisión mas correcta. En el caso de que nuestro hijo finja tener fiebre y al ponerle el termómetro tenga más de 37 grados y/o) y unos síntomas de enfermedad bien definidos, entonces deberá permanecer en la cama y recibir ayuda médica.

Si llegado al extremo detectamos que nuestro hijo no tiene ningún problema y hemos decidido que en esta ocasión es más conveniente que no  vaya al colegio, entonces tendremos que asegurarnos que no tenga un día de diversión y les dispensaremos un trato semejante al que le daríamos si estuviese enfermo, de tal modo que sea más interesante para nuestro hijo acudir al colegio que estar en casa.

En cualesquiera de los casos, tenemos que averiguar cual es la causa verdadera de este comportamiento, para detectar posibles patologías o problemas en el ámbito escolar, para ello tomaremos como referencia las siguientes actuaciones.

 

 

 1.- AVERIGUAR LAS RAZONES.

Hay que descubrir qué es lo que angustia tanto al niño como para que no quiera ir a la escuela.

1.1. Mantenga una conversación.

Hay que animar al niño a que diga qué ocurre en la escuela que le produce rechazo.

1.2. Hable con su entorno, hermanos, amigos, vecinos, etc.

Con frecuencia, se logra conocer mejor los sentimientos del niño, preguntando a otros niños si saben qué problemas fomentan este comportamiento

1.3. Hable con los maestros.

Los profesores son los que más tiempo pasan con el niño durante el día,  ellos pueden darnos orientaciones sobre el comportamiento de nuestros hijos, además este comportamiento influirá en su rendimiento escolar y el profesor de ser informado para que también tome las medidas pertinentes.

2. HACER UN PUENTE ENTRE EL HOGAR Y LA ESCUELA

  • Saque el tema de conversación en casa.
  • Utilice la motivación del «enséñame» y «cuéntame».
  • Comente sus preferencias en el colegio y podrá utilizar esta información para motivarle.
  • Fomente las amistades escolares.

 

 3. LLEVAR AL NIÑO AL COLEGIO

En la mayoría de casos lo que se desea es que el niño acuda a la escuela de forma regular una vez se ha comprobado su resistencia, especialmente después de las vacaciones o de las convalecencias. Cualquiera que sea la razón o la estrategia, hay que lograr que el niño vuelva a ir a la escuela normalmente.

  • Haga que el niño aplique la rutina matinal.
  • Ignore los comentarios negativos
  • Guíe al niño si es necesario.

 

 4. HACER QUE EL NIÑO PASE A LA FASE DE ASISTENCIA NORMAL A CLASE

Si hace tiempo que el niño no va a clase, o se resiste especialmente a ir, será preciso llegar a algún acuerdo con el maestro y el director de la escuela. Las sugerencias siguientes han sido positivas para muchos niños.

  • Consiga que se espere al niño en la puerta.
  • Consiga que el niño pase tiempo en un lugar donde se sienta seguro.
  • Es bueno acudir a la escuela en horas en que no haya clase.
  • Organice una asistencia a tiempo parcial.

 

 5. REFORZAR LOS COMPORTAMIENTOS POSITIVOS DE ASISTENCIA A CLASE

Consiga que el niño sepa que usted cree que es estupendo que vaya al colegio. Elogie cada paso que le lleve a la asistencia a clase: prepararse, ir y permanecer allí.

  • Recompense al niño con su atención.
  • Establezca un sistema formal de recompensas.

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