Adolescencia y Educación Familiar. Parece que hoy en día

Adolescencia y Educación Familiar. Parece que hoy en día en imposible conjugar ambas acepciones y que los padres carecen de herramientas, competencias para la educación de sus hijos. Si bien es cierto que el tipo de sociedad en la cual vivimos hoy, dificulta en gran manera la educación de nuestros hijos, no es menos cierto que la tan manida “conciliación familiar”, en España, es casi inexistente, pese a todo debemos alabar la gran labor y preocupación de los padres por involucrarse cada día más en la educación de nuestros hijos.

Pese a la gran dificultad para poder exprimir horas al día para dedicarlas a la educación de nuestros hijos, también sirve en numerosas ocasiones como pretexto o justificación, para, para responsabilizar a los demás de un fracaso que en última instancia, es de los padres.

Podemos buscar siempre cualquier justificación y no por ello, dejan de ser factores que influyen en la educación de nuestros hijos, es verdad que a menos tiempo, menos posibilidades de interrelacionar con nuestros hijos; agravándose en los casos de separación donde la relación familiar en ocasiones es compleja, en cuanto a la educación de nuestros hijos, factores como los matrimonios de diferentes culturas, donde existen modelos educativos y patrones paternos y maternos diferentes hacen de la educación de nuestros hijos sea más compleja; los horarios laborales, los cuales hacen muy difícil no sólo la labor educativa, sino la familiar en general, el mundo de la comunicación y de la información que nos rodean, donde nuestros hijos están siendo permanentemente bombardeados con informaciones heterogéneas y en multitud de ocasiones no apta para ellos.

La educación de nuestros hijos esta compuesta por numerosos actores directos e indirectos que van a moldear los patrones comportamentales y de desarrollo de nuestros hijos, como pueden ser las instituciones educativas, los medios de comunicación e información la familia, los amigos, la escuela, internet, etc. Pero finalmente, los padres son el último elemento vertebrador de la educación de nuestros hijos.

Debemos de favorecer un tipo de educación que desarrolle en nuestros hijos competencias, destrezas, conocimientos, sentido crítico, apoyo, cariño, experiencia, responsabilidad, sacrificio, sentido crítico, seguridad, autosuficiencia, etc. No debemos nunca confundir la tolerancia con la permisividad, ni compensar determinadas circunstancias, como puede ser la falta de dedicación con la concesión de prebendas, puesto que estamos cuantificando materialmente, aspectos que no son reemplazables, favoreciendo en nuestros hijos un comportamiento materialista en si mismo.

Estamos ante la tarea más difícil, pero a la vez más apasionante y enriquecedora que los padres tienen que enfrentarse, que es la educación integral de sus hijos, no sólo en contenidos, sino también en valores y principios, por ello, debemos hacer un esfuerzo adicional, ya que somos el modelo a seguir de nuestros hijos y en gran medida, ellos serán el reflejo de nosotros mismos y del tipo de educación que le hayamos inculcado.

  1. 1.   MODELOS DISCIPLINARIOS EMPLEADOS POR LOS PADRES.

 

1.1.        MODELO ERRÁTICO.

Indiferencia antes aptitudes y conductas del hijo. Permisividad y pasividad. Libertas sin límites. No se ofrece un modelo eficaz al que imitar.

 

1.2.        MODELO AUTORITARIO.

Sometimiento temeroso a las exigencias de los padres. Trato estricto, imperioso, severo. Se emplea la coacción, la fuerza y el chantaje emocional. El hijo no es libre para expresarse, sólo se refuerzan los fracasos.

 

1.3.        MODELO DE MONOPOLIO. MODELO DE SOBREPROTECCIÓN.

Se potencia la falta de confianza, la baja autoestima, la inseguridad, la exclusividad y la ansiedad paterna.

 

1.4.        MODELO INDUCTIVO DE APOYO. MODELO DEMOCRÁTICO.

Autoridad basada en el diálogo, se fomenta el amor, la compresión, se busca obediencia voluntaria convirtiendo la familia en fuente de bienestar.

 

  1. 2.   TIPOLOGÍA DE PADRES SEGÚN SU ACTITUD.

 

2.1.        PADRES INMADUROS.

Progenitores con personalidad infantil, que no propician la madurez de sus hijos o que desde ese estatus hacen a sus hijos asumir el papel de sus padres.

 

2.2.        PADRES SIN TIEMPO PARA SUS HIJOS.

Es la tipología de padres que dicen “le dedico poco tiempo pero es de calidad”, propiciando en nuestros hijos, sentimientos de menosprecio abandono, rebeldía y que tomen como referentes a otros modelos más cercanos a los paternos.

 

  1. 3.   CAMBIOS EN LA EDUCACIÓN FAMILIAR.

 

3.1.        Etapa de grandes cambios que afectan al sistema de vida y a la sociedad.

En unas cuantas décadas, se ha producido una importante transformación social en nuestro país, pasando de una sociedad autocrática a una democrática, pasando de esquemas de superioridad a unos de igualdad.

 

3.2.        Cambios en el esquema familiar.

Este cambio en la sociedad ha provocado un vuelco en la organización familiar, pasando de un estado patriarcal a otro donde los esquemas familiares se entremezclan, donde predominaba la autoridad paterna a otros donde los hijos cuestionan la autoridad del padre.

 

3.3.        Cambios del papel de la mujer por su incorporación al mundo laboral. Modificación de su rol social.

Uno de los grandes logros de nuestra sociedad es la incorporación de la mujer al mundo laboral, no obstante, esto ha dificultado la educación de nuestros hijos, puesto que ha sido tradicionalmente la mujer la encargada de la formación en gran medida de los hijos. Su rol ha cambiado considerablemente, siendo ella también la encargada del aporte económico a la familia, por lo que las tareas familiares deben ser reformuladas y compartidas con el padre.

 

3.4.        Las respuestas educativas de los padres carentes de unos criterios educativos claros.

 

En ocasiones la falta de un criterio claro por parte de los padres, provocan un efecto negativo en el comportamiento de los hijos. Esto es debido a que un mismo comportamiento es reprendido por los padres en función de su estado físico, es decir, que si estamos muy cansados, podemos llegar a pasar por alto determinado comportamiento, que en otro momento de menor cansancio, no dejaríamos de corregirla. Es muy importante, el mantenimiento de los criterios, la inmediatez de la corrección y la constancia en el tiempo.

 

  1. 4.   PRINCIPIOS A TENER EN CUENTA DE LA EDUCACIÓN FAMIAR.

 

4.1.        Educar transmitiendo valores, principios éticos y morales.

4.2.        Definir unas normas de convivencia que regulen el funcionamiento de las distintas actividades que se desarrollan en la familia.

4.3.        Educar en positivo.

4.4.        Dejar que ante una conducta negativa, surja su consecuencia natural.

4.5.        Favorecer que nuestro hijo llegue a conocer sus cualidades positivas y negativas para que pueda obrar en consecuencia.

4.6.        Mantener siempre una postura objetiva.

4.7.        La formación de nuestro hijo empieza desde su nacimiento.

4.8.        Cada persona es única y tiene su propia individualidad.

4.9.        No debemos intentar ser sus “colegas”, sino sus padres.

4.10.     Comprar todo lo que pidan para creernos (equivocadamente), que somos buenos padres.

4.11.     Ponernos de su parte sólo cuando tengan la razón.

4.12.     Evitar protegerles en exceso.

4.13.     Pretender razonar en medio de una discusión.

4.14.     Mostrar impaciencia, meter prisas, transmitir tensión.

4.15.     Cerrar los ojos ante las evidencias.

4.16.     Favorecer el consumismo.

4.17.     Educar en el resentimiento, en la intolerancia.

 

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